Estamos tan acostumbrados al desperdicio alimentario que a menudo tratamos los alimentos como si fueran recursos infinitos, olvidando la importancia de aprovecharlos al máximo y reducir su pérdida en nuestra vida diaria.
Este se ha convertido ya en un problema global que afecta a todos los sectores, incluidos el de la hostelería. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), cada año se desperdician alrededor de 1.300 millones de toneladas de alimentos en el mundo, lo que representa aproximadamente un tercio de la producción total de alimentos.
En el sector de la hostelería, el desperdicio de comida puede producirse en todas las etapas de la cadena de suministro, desde la compra de los ingredientes hasta la preparación de los platos y el servicio al cliente.
Para reducir el desaprovechamiento de alimentos en el sector hostelero, es importante adoptar medidas en todas sus etapas. A continuación os mostramos consejos útiles para cada una de ellas.
Compra
- Planificar los menús con antelación y adaptarlos a la demanda real de los clientes.
- Elaborar una lista de la compra detallada para evitar comprar más comida de la necesaria.
- Seleccionar proveedores que ofrezcan productos de temporada y de proximidad, que suelen ser más frescos y sostenibles.
- Exigir a los proveedores que utilicen envases sostenibles.
Almacenamiento
- Almacenar los alimentos correctamente, según sus características y condiciones de conservación.
- Rotar los productos con frecuencia para evitar que se estropeen.
- Utilizar técnicas de conservación adecuadas, como el envasado al vacío o la congelación, para prolongar la vida útil de los alimentos.
Elaboración de platos
- Preparar las cantidades adecuadas de comida para evitar que queden sobras.
- Reutilizar los ingredientes de forma creativa para reducir el desperdicio.
- Evitar desperdiciar alimentos, como las cáscaras y las pieles, que pueden utilizarse para preparar otros platos.
Servicio al cliente
- Ofrecer opciones de reducción de raciones a los clientes.
- Permitir a los clientes modificar la composición e ingredientes de sus platos.
- Donar los alimentos que no puedan ser vendidos a organizaciones benéficas, hecho que se ha convertido en una buena práctica de muchos restaurantes.
Adoptando estas medidas, los establecimientos hosteleros pueden contribuir a reducir el desperdicio alimentario y a promover una alimentación más sostenible.
Además de estas medidas, los establecimientos del sector de la hostelería pueden involucrar a sus clientes en la lucha contra el desperdicio alimentario. Por ejemplo, pueden:
- Información a los clientes sobre el problema del desperdicio de comida y las medidas que pueden adoptar para reducirlo.
- Organizar eventos para concienciar sobre el desaprovechamiento alimentario.
Con la colaboración de todos, podemos contribuir a reducir este problema mundial y a construir un futuro más sostenible.
Desde SERHS Projects estamos firmemente comprometidos en evitar el desperdicio alimenticio, y creemos que cada pequeña acción cuenta cuando se trata de preservar nuestros recursos y asegurar un futuro más sostenible para todos.
Un problema global, que requiere una acción inmediata y colectiva para combatirlo de raíz